A veces no recibimos lo que damos, pero siempre damos lo que somos
y eso es lo que en realidad importa
J. Bermúdez
Pensador del Nuevo Siglo y Profeta Jubileta
SUMARIO
Pág. 3 EDITORIAL
Pág. 5 INVESTIGACIÓN
Pág. 10 SIN CENSURA
Pág. 18 CUENTACUENTOS
Pág. 25 Mi Cuaderno
Pág. 36 Poesía para el Alma
Pág. 38 GASTRONOMÍA
Pág. 40 EL RINCÓN DEL GOLOSO
Pág. 43 ACTUALIDAD
Pág. 51 CELEBRACIONES
Pág. 57 LA SECCIÓN DE JUANI
Pág. 64 PERSONAJES DE ADICCIÓN
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Editorial
Se acerca el día mundial del cerebro. Ese órgano tan desconocido como las profundidades del mar.
Se han y se hacen muchos avances en la investigación de este órgano tan complejo pero, aún sigue siendo un misterio el funcionamiento de distintos aspectos del ser vivo.
¿Qué parte, órgano, células, vísceras… de nuestro cuerpo, se encarga de las emociones? El cerebro no deja de ser un pedazo de carne en nuestra cabeza. Pongamos que sí, que el cerebro te advierte de cuando hay tristeza o alegría, cuando hay rechazo o cuando hay cariño o amor. Pero qué és lo que te hace realmente sentir, ¿quién te encoge el corazón?, ¿quién suelta las mariposas en tu estómago? No hay sistema capaz de provocar sentimientos. De ahí la diferencia entre la máquina y el hombre, los sentimientos.
Esta reflexión me invita a pensar en un más allá, en algo después de la vida. En la eternidad del alma. El alma es quien siente y quien transmite el sentimiento.
La verdadera felicidad reside en el alma. La verdadera paz la proporciona el alma. El alma que hay quien lo confunde con el corazón. Cuando alguien te dice “Haz lo que te dicte el corazón” En realidad está diciendo “Déjate que tu alma te guíe”
La verdadera felicidad es conseguir el perfecto equilibrio entre mente y alma.
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Envíanos tus mensajes donde podrás opinar, sugerir, criticar… Todo lo que se te ocurra, puedes enviar algún escrito que quieras que publiquemos, alguna petición para alguna sección, ¡¡lo que quieras!!
Cristina Santiuste
Hola Alberto!
¿Cómo estás? Me enteré hace no mucho que tocaba cuidarse un poco a uno mismo, así que espero que te estés mimando mucho!
Ánimo!!
Muchas gracias por la revista!! Y más sabiendo la situación! Y perdona si no puedo escribir en cada número que a veces me faltan minutos! Pero me alegra mucho saber que ahí estáis para todos y que no falláis como yo!!
Y de todos los grandes artículos y escritos que hay en este último número, lo que más me ha llegado ha sido “Pregúntale al silencio”. Porque cuanto miedo da a veces no oír nada y qué necesario es aprender a escucharlo.
Un beso para todos y grande para ti!!
Cris
Hola Cris. No tienes que disculparte por nada. Tampoco te veas con la obligación de escribir toooooodos los números. Sabemos más que de sobra que estás con nosotros. Aún así, nos encanta leerte. ¡¡¡Te queremos Cris!!!
Un fortísimo abrazo de parte del equipo y del mío propio.
¡Cuídate mucho! 😘😘
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INVESTIGACIÓN
Experiencias fuera del cuerpo
¿Un mecanismo de defensa mental
más que una patología?
Un Artículo de José Hacha para el Diario de Sevilla
Un estudio revolucionario realizado por investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Virginia (EE.UU.) está cambiando radicalmente nuestra comprensión de las experiencias extracorporales (EEC), esos fenómenos en los que las personas sienten como si su conciencia flotara fuera de su cuerpo físico. La investigación, que ha analizado datos de más de 500 participantes, sugiere que estas experiencias, lejos de ser simplemente síntomas de trastornos mentales, podrían constituir un mecanismo de afrontamiento natural que el cerebro activa ante situaciones de trauma o estrés extremo. Este hallazgo, publicado en la prestigiosa revista Personality and Individual Differences, cuestiona décadas de interpretación clínica sobre estos fenómenos.
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INVESTIGACIÓN
Según la doctora Marina Weiler, neurocientífica de la División de Estudios Perceptivos de la UVA Health y una de las autoras principales del estudio, "muchas personas que experimentan EEC no se atreven a compartirlo por temor a ser etiquetadas con algún trastorno mental, cuando la realidad podría ser mucho más compleja".
El impacto de estas conclusiones podría llegar pronto a España, donde numerosos profesionales de la salud mental siguen el enfoque tradicional que considera estas experiencias principalmente como síntomas de condiciones psiquiátricas. Expertos consultados en centros médicos españoles señalan que anualmente se registran cientos de casos de pacientes que relatan experiencias similares, aunque el estigma asociado podría estar ocultando la verdadera dimensión del fenómeno.
Más allá de la patología: resultados sorprendentes
Uno de los aspectos más llamativos del estudio es que, aunque las personas que han experimentado EEC tienden a reportar peor salud mental en comparación con quienes no las han vivido, esto no
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INVESTIGACIÓN
significa necesariamente una relación causal. "Nuestros hallazgos sugieren que las EEC pueden funcionar como respuesta a traumas pasados, en lugar de ser la causa de problemas mentales", explica Weiler. Las cifras son reveladoras: el 55% de los participantes afirmaron que su vida había cambiado tras la experiencia, mientras que un sorprendente 71% consideró que la EEC les había aportado un beneficio duradero. Más impactante aún, un 40% de los casos lo describió como lo mejor que les había ocurrido nunca.
En el contexto español, donde más de 8,5 millones de personas sufren algún tipo de trastorno de ansiedad o estrés según datos del Ministerio de Sanidad, esta nueva perspectiva podría transformar los protocolos de atención psicológica. Si las EEC representan un mecanismo adaptativo ante situaciones traumáticas, el enfoque terapéutico debería centrarse en las causas subyacentes y no en la experiencia en sí misma.
Beneficios inesperados: cambios en la percepción vital
Otro hallazgo significativo es que muchas personas que han experimentado EEC reportan cambios positivos en su visión de la vida. Entre estos beneficios destacan una notable reducción del miedo a la muerte, mayor paz interior y una apertura mental hacia nuevas concepciones sobre la naturaleza de la existencia.
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INVESTIGACIÓN
"Estos resultados nos obligan a reconsiderar cómo interpretamos y tratamos estos fenómenos", señala Weiler. "Animamos a los profesionales de la salud mental a abordar estas experiencias con mayor apertura y sensibilidad, entendiendo que podrían formar parte de un proceso natural de adaptación psicológica".
En España, centros de investigación como el Instituto de Neurociencias de Barcelona y la Universidad Complutense de Madrid han comenzado a interesarse por esta línea de investigación, proponiendo estudios similares con población española para contrastar si los patrones detectados en EE.UU. se reproducen en nuestro contexto cultural.
Implicaciones para el tratamiento psicológico
Si esta nueva perspectiva se confirma con investigaciones adicionales, las consecuencias para la práctica clínica podrían ser profundas. En lugar de considerar las EEC como síntomas a eliminar, los terapeutas podrían integrarlas como parte del proceso de recuperación, explorando qué traumas o situaciones estresantes podrían haber desencadenado estos mecanismos de defensa.
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INVESTIGACIÓN
"Es crucial que revisemos nuestros protocolos de evaluación y tratamiento", comenta la Dra. Carmen Vázquez, psicóloga clínica española especializada en trauma, quien no participó en el estudio. "Si estamos ante un mecanismo adaptativo, intentar 'curar' la experiencia extracorporal podría estar privando al paciente de una herramienta natural de afrontamiento".
Las estadísticas sugieren que entre un 8 y un 15% de la población general podría haber experimentado algún tipo de EEC a lo largo de su vida, lo que en España representaría entre 3,8 y 7,1 millones de personas. Esta prevalencia convierte el fenómeno en un área de interés significativo para la salud pública.
Esta investigación se suma a un creciente cuerpo de estudios que están redefiniendo nuestra comprensión de diversos fenómenos psicológicos anteriormente estigmatizados. Lejos de ser simplemente síntomas patológicos, muchas experiencias inusuales podrían representar complejos mecanismos adaptativos del cerebro humano ante situaciones de estrés extremo. La comunidad científica española sigue con interés estos avances, que podrían transformar el panorama de la atención en salud mental en los próximos años.
Un Artículo de José Hacha para el Diario de Sevilla
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SIN CENSURA
CARTAS DE UN ADICTO EN RECUPERACIÓN
El sentido de la vida
Querido Diario;
<Cuéntame querido>
Cada etapa de vida conlleva una pregunta vital a excepción de nuestra primera etapa en la que son muchas más preguntas que respuestas.
“Papá, ¿qué es esto? Mamá, ¿qué es aquello? y esto ¿Para qué es? y ¿Por qué esto y por qué lo otro?
A esa edad, antes de los siete u ocho años, estamos descubriendo la vida. Hay un cerebro prácticamente en blanco en información al que hay que introducir el mayor número de datos en el menor tiempo posible. Esto implica una constante ráfaga de preguntas que los adultos, damos por hecho que deberían ya de saber los niños.
Cuando llegamos a la adolescencia, la curiosidad continúa presente pero a un nivel superior. A esta edad, nuestros antepasados, pasaban a la edad adulta pasando por una serie de pruebas, los hombres deberían aprender a
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SIN CENSURA
cazar y enfrentarse a animales superiores en fuerza. Las mujeres, pasaban a la adultez cuando estaban preparadas para sustentar una familia y procrear. Hoy día, el adolescente continúa aprendiendo y curioseando. Aprende lo bueno y lo malo. Llega la hora de la rebeldía y el negacionismo, llega la ideología comunista en la que nos aferramos dando lecciones de vida incluso a los ancianos. (Creo que todos los adultos fuimos comunistas en nuestra adolescencia) Confundimos derechos con obligación y nos convertimos en marginados solo por el hecho de no tener lo que queremos.
Llegan los amigos y las amigas, llega el sexo y las primeras borracheras. Llegan las nuevas experiencias y, queremos experimentar con el método “ensayo/error" arriesgando así nuestra integridad.
Es cierto que nuestro pasado no determina nuestro futuro pero, en muchas ocasiones sÍ es así. La adolescencia es un punto clave en la vida. En este periodo es donde alcanzamos la madurez sexual, psicológica, emocional y social, es el momento de tomar decisiones maduras y tomar un rumbo a nuestra vida.
El adicto no pasa de este periodo. Las cosas que aprendió no le dejan avanzar y se mantiene en la eterna adolescencia más conflictiva.
En recuperación siempre digo que tenemos más que
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SIN CENSURA
aprender, desaprender. Como ya dije, el adolescente introduce información en su cerebro como el niño pequeño cuando hace preguntas a papá y mamá con la diferencia de que el adolescente no pregunta, solo se deja llevar por el grupo. Si los demás lo hacen tengo que hacerlo, de lo contrario seré el rarito y me darán la espalda. Toda información que introduzcas al cerebro, será información que guardará como aprendizaje y, dependiendo de los resultados, los guardará para repetir la experiencia si es que fue positiva y agradable.
Los primeros contactos con las drogas, suelen ser agradables (prefiero no decir positivos) con lo que nuestro cerebro los procesa como una buena experiencia. De ahí que debamos desaprender lo aprendido tal como mentir, ocultar, agredir, manipular… Estas acciones están relacionadas directamente con la forma en la que nos relacionamos cuando estamos en activo y son estos cambios de hábitos los que nos van a ayudar a conseguir una recuperación satisfactoria. Desaprender hábitos y sustituirlos por otros sanos.
Es cuando llevamos una buena recuperación cuando pasamos de la adolescencia a la madurez y es donde te llegan nuevas preguntas como la más difícil de contestar y que aún no tengo respuesta. ¿Cuál es el sentido de la vida?. Cada año me acerco más a la siguiente etapa de la vida y aún no tengo respuesta.
Creo que llegaré a la vejez cuando la encuentre.
diariomentaldeundemente.blogspot.com
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SIN CENSURA
¿Por qué las personas consumen?
Búsqueda de placer y cambio de ánimo
Muchas drogas provocan sensaciones intensas de bienestar o euforia. Por ejemplo, los estimulantes generan energía y confianza. Los sedantes, relajación y calma.
También se usan para escapar de estados emocionales negativos como tristeza, ansiedad o aburrimiento. Esta “autorregulación” temporal funciona al principio pero, con el tiempo crea dependencia.
Automedicación emocional y mental
Algunas personas consumen drogas para aliviar síntomas como ansiedad, estrés o depresión, creyendo que están “medicándose” sólo cuando falta ayuda profesional. Aunque funciona momentáneamente, este método agrava los problemas a largo plazo y puede generar trastornos más complejos.
Presión social y deseo de pertenencia
La presión del grupo, sobre todo en la adolescencia, es un factor potente; Consumir puede significar “encajar” en un círculo. En algunos contextos sociales o culturales, ciertas drogas llegan a normalizarse, como ocurre en España con la cocaína por su bajo costo y aceptación.
Curiosidad y búsqueda de nuevas experiencias.
Muchas personas, especialmente jóvenes, prueban drogas simplemente por curiosidad o por explorar emociones desconocidas. Suele ser algo puntual y no habitual y muchas veces las personas lo hacen en un entorno social o por interés en conocer cómo afectan esas sustancias. Sin embargo, es importante recordar que el consumo experimental puede tener riesgos para la salud física y mental, y siempre es recomendable informarse bien al respecto.
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SIN CENSURA
Mejor rendimiento y evasión de responsabilidades.
Algunas sustancias estimulantes se usan con la idea de mejorar el rendimiento en los estudios, el trabajo o el deporte. Para otros, consumir funciona como escape de rutinas o tareas cotidianas aburridas y estresantes.
Influencia genética y predisposición biológica.
Crecer en hogares con consumo de drogas, falta de control parental o conflictos emocionales eleva el riesgo de imitar esos comportamientos. La fácil disponibilidad de sustancias, junto a valores culturales que promueven la gratificación inmediata o el consumismo, contribuye al inicio del consumo. Un mosaico de causas interconectadas.
Generalmente, no hay una sola causa detrás del consumo de drogas, sino una combinación de Biología (Genes, cerebro) Psicología(Emociones, trastornos mentales) Sociales (Familia, amigos, cultura) Contextuales (Acceso, precio, entorno)
¿Por qué es esto importante?
Entender estas razones ayuda a;
Reducir el juicio moral, al ver conductas con raíces profundas. Diseñar intervenciones más personalizadas que aborden no solo el consumo en sí, sino también las problemáticas biopsicosociales. Comprender un posible origen de las adicciones.
El consumo de drogas es tan antiguo como la humanidad misma. Desde tiempos remotos, las civilizaciones han recurrido a diversas sustancias para alterar la conciencia, conectarse con lo espiritual, aliviar el dolor o escapar de la realidad.
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SIN CENSURA
En culturas ancestrales, ciertas plantas psicoactivas, eran utilizadas en rituales religiosos o sanaciones, siempre bajo el marco simbólico y controlado. Sin embargo, con el paso del tiempo, el sentido original de muchas de estas prácticas se fue desvirtuando. En la modernidad, el consumo de drogas ha adquirido nuevas dimensiones. Se ha vuelto una respuesta, muchas veces desesperada, a contextos de exclusión, soledad, estrés, violencia o vacío existencial.
En sociedades marcadas por la competencia, el individualismo y la presión constante por rendir, no es raro que muchas personas busquen en las drogas un refugio temporal, una forma de anestesiar el dolor o alcanzar una felicidad efímera.
Reflexionar sobre los orígenes del consumo de drogas es también mirar hacia dentro, preguntándonos qué carencias emocionales, sociales o culturales estamos dejando sin atender. Más allá del juicio moral, es necesario comprender que el no aparece en el vacío: Responde a necesidades humanas no resueltas, a heridas que no han sido sanadas.
Comprender los orígenes, es el primer paso para construir una respuesta más humana y efectiva, basada no solo en la prohibición, el acompañamiento y la restauración del sentido de vida.
Paco Javi
Encantador de serpientes.
ALMA
La adicción no es solo estar enganchado a una sustancia o sustancias, es también la aniquilación del alma.
Cuando dejas de conectar con tú entorno más querido para centrarte en tí, puede que lo hagas de manera equivocada.
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SIN CENSURA
Cuando alguien se siente invisible para el resto, cuando alguien no sabe cómo superar un duelo o simplemente, no sabe afrontar problemas cotidianos,
puede recurrir a la droga como sustitutivo para que todo empiece a " arrancar" y entonces se encuentra con el mayor de sus problemas, que es el no saber enfrentarse a sus problemas.
Y de una situación mala llega a una suicida, la aniquilación del alma, de los valores que poco o nada importan para drogarse y que son los que deberían sustentar cualquier existencia.
Mentir, robar, desatender, aislarse y un sinfín de cosas que hacen quebrar cada vez más el alma y romper los valores que nos llevaron a disfrutar de la vida y afrontarla sin cobardía.
Entonces es cuando, perdido y sin rumbo, debe uno darle la vuelta y creo que debería empezar por recuperar y afianzar aquellos valores que merecen la pena, de ese modo podrá afrontarlo todo en la vida y nunca volver a dejarlos de lado.
Mejorará todo a su alrededor, se dará cuenta que la mayoría de problemas tienen solución o una mejor confrontación.
Yo, por poner un ejemplo, antes de drogarme, estaba en un periodo que no me salía nada bien, iba mal con los estudios, no tenía casi ninguna relación sana, dejé de hacer deporte.
Dejé de estar motivado y eso me llevó a la destrucción de esos valores que, en estas circunstancias, son los que me habrían ayudado a salir de esa situación y me refugié en las drogas que, en ese momento, me hacían "sentir" que estaba un poco mejor, pero lo único que hizo fue agravar las cosas.
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SIN CENSURA
En definitiva, lo que quiero expresar, es que para afrontar los problemas los valores son de las cosas más importantes y buscar ayuda de tus seres queridos o de profesionales, si fuera necesario, es más valiente que la evasión.
Jose Luís Leandres (erpepelu)
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CUENTACUENTOS
El Secreto
del
Rey Maón
Al este de Irlanda, en una provincia llamada Leinster, reinaba hace muchísimos años un monarca llamado Maón.
Este rey tenía una rareza que todo el mundo conocía y a la que nadie encontraba explicación: siempre llevaba una capucha que le tapaba la cabeza y sólo se dejaba cortar el pelo una vez al año. Para decidir quién tendría el honor de ser su peluquero por un día, realizaba un sorteo público entre todos sus súbditos.
Lo verdaderamente extraño de todo esto era que quien resultaba agraciado cumplía su tarea pero después jamás regresaba a su casa. Como si se lo hubiese tragado la tierra, nadie volvía a saber nada de él porque el rey Maón lo hacía desaparecer. Lógicamente, cuando la fecha de la elección se acercaba, todos los vecinos sentían que su destino dependía de un juego maldito e injusto y se echaban a temblar
Pero ¿por qué el rey hacía esto? … La razón, que nadie sabía, era que tenía unas orejas horribles, grandes y puntiagudas como las de
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CUENTACUENTOS
un elfo del bosque, y no soportaba que nadie lo supiera ¡Era su secreto mejor guardado! Por eso, para asegurarse de que no se corriera la voz y se enterara todo el mundo, cada año le cortaba el pelo una persona de su reino y luego la encerraba de por vida en una mazmorra.
En cierta ocasión el desgraciado ganador del sorteo fue un joven leñador llamado Liam que, en contra de su voluntad, fue conducido hasta un lugar recóndito de palacio donde el rey le estaba esperando.
– Pasa, muchacho. Este año te toca a ti cortarme el cabello.
Liam vio cómo el rey se quitaba muy lentamente la capucha y al momento comprendió que había descubierto el famoso secreto del rey. Sintió un pánico terrible y deseos de escapar, pero no tenía otra opción que cumplir el mandato real. Asustadísimo, cogió las tijeras y empezó a cortarle las puntas y el flequillo. Cuando terminó, el rey se puso de nuevo la capucha. Liam, temiéndose lo peor, se arrodilló ante él y llorando como un chiquillo le suplicó:
– Majestad, se lo ruego, deje que me vaya! Tengo una madre anciana a la que debo cuidar. Si yo no regreso ¿quién la va a atender? ¿Quién va a trabajar para llevar el dinero a casa?
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CUENTACUENTOS
– ¡Ya sabes que no puedo dejarte en libertad porque ahora conoces mi secreto!
– Señor, por favor ¡le juro que nunca se lo contaré a nadie! ¡Créame, soy un hombre de palabra!
Al rey le pareció un chico sincero y sintió lástima por él.
– ¡Está bien, está bien, deja de lloriquear! Esta vez voy a hacer una excepción y permitiré que te marches, pero más te vale que jamás le cuentes a nadie lo de mis orejas o no habrá lugar en el mundo donde puedas esconderte. Te aviso: iré a por ti y el castigo que recibirás será terrible ¿Entendido?
– ¡Gracias, gracias, gracias! Le prometo, majestad, que me llevaré el secreto a la tumba.
El joven campesino acababa de ser el primero en muchos años en salvar el pellejo tras haber visto las espantosas orejas del rey. Aliviado, regresó a su hogar dispuesto a retomar su tranquila vida de leñador.
Los primeros días se sintió plenamente feliz y afortunado porque el rey le había liberado, pero con el paso del tiempo empezó a encontrarse mal porque le resultaba insoportable tener que guardar
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CUENTACUENTOS
un secreto tan importante ¡La idea de no poder contárselo ni siquiera a su madre le torturaba!
Poco a poco el secreto fue convirtiéndose en una obsesión que ocupaba sus pensamientos las veinticuatro horas del día. Esto afectó tanto a su mente y a su cuerpo que se fue debilitando, y se marchitó como una planta a la que nadie riega. Una mañana no pudo más y se desmayó.
Su madre llevaba una temporada viendo que a su hijo le pasaba algo raro, pero el día en que se quedó sin fuerzas y se desplomó sobre la cama, supo que había caído gravemente enfermo. Desesperada fue a buscar al druida, el hombre más sabio de la aldea, para que le diera un remedio para sanarlo.
El hombre la acompañó a la casa y vio a Liam completamente inmóvil y empapado en sudor. Enseguida tuvo muy claro el diagnóstico:
– El problema de su hijo es que guarda un secreto muy importante que no puede contar y esa responsabilidad está acabando con su vida. Solo si se lo cuenta a alguien podrá salvarse.
La pobre mujer se quedó sin habla ¡Jamás habría imaginado que su querido hijo estuviera tan malito por culpa de un secreto!
– Créame señora, es la única solución y debe darse prisa.
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CUENTACUENTOS
Después de decir esto, el druida se acercó al tembloroso y pálido Liam y le habló despacito al oído para que pudiera comprender bien sus palabras.
– Escúchame, muchacho, te diré lo que has de hacer si quieres ponerte bien: ponte una capa para no coger frío y ve al bosque. Una vez allí, busca el lugar donde se cruzan cuatro caminos y toma el de la derecha. Encontrarás un enorme sauce y a él le contarás el secreto. El árbol no tiene boca y no podrá contárselo a nadie, pero al menos tú te habrás librado de él de una vez por todas.
El muchacho obedeció. A pesar de que se encontraba muy débil fue al bosque, encontró el sauce y acercándose al tronco le contó en voz baja su secreto. De repente, algo cambió: desapareció la fiebre, dejó de tiritar, y recuperó el color en sus mejillas y la fuerza de sus músculos ¡Había sanado!
Ocurrió que unas semanas después, un músico que buscaba madera en el bosque vio el enorme sauce y le llamó la atención.
– ¡Oh, qué árbol tan impresionante! La madera de su tronco es perfecta para fabricar un arpa… ¡Ahora mismo voy a talarlo!
Así lo hizo. Con un hacha muy afilada derribó el tronco y llevó la
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CUENTACUENTOS
madera a su taller. Allí, con sus propias manos, fabricó el arpa con el sonido más hermoso del universo y después se fue a recorrer los pueblos de los alrededores para deleitar con su música a todo aquel que quisiera escucharle. Las melodías eran tan bellas que rápidamente, aquel músico, se hizo famoso en toda la provincia.
Cómo no, la destreza musical del arpista llegó a oídos del rey, quien un día le dijo a su consejero:
– Esta noche daré un banquete para quinientas personas y te ordeno que encuentres a ese músico del que todo el mundo habla. Quiero que toque el arpa después de los postres así que no hay tiempo que perder ¡Ve a buscarlo ahora mismo!
El consejero obedeció y el arpista se presentó ataviado con sus mejores galas ante la corte. Al finalizar la comida, el monarca le dio permiso para empezar a tocar. El músico se situó en el centro del salón, y con mucha finura posó sus manos sobre las cuerdas de su maravilloso instrumento.
Pero algo inesperado sucedió: el arpa, fabricada con la madera del sauce que conocía el secreto del rey, no pudo contenerse y en vez de emitir notas musicales habló a los espectadores:
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CUENTACUENTOS
¡DOS GRANDES OREJAS TIENE EL REY MAÓN!
¡DOS GRANDES OREJAS TIENE EL REY MAÓN!
¡DOS GRANDES OREJAS TIENE EL REY MAÓN!
El rey Maón se quedó de piedra y se puso colorado como un tomate por la vergüenza tan grande que le invadió, pero al ver que nadie se reía de él, pensó ya no tenía sentido seguir ocultándose por más tiempo.
Muy dignamente, como corresponde a un monarca, se levantó del trono y se quitó la capucha para que todos vieran sus feas orejas. Los quinientos invitados se pusieron en pie y agradecieron su valentía con un aplauso atronador.
El rey Maón se sintió inmensamente liberado y feliz. A partir de ese día dejó de llevar capucha y jamás volvió a castigar a nadie por cortarle el pelo.
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.
-FIN-
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Mi Cuaderno
Alberto Martínez
La más bella historia de Amor
IX
Fué una suerte para Mario que el ataque al corazón le sucediera durante su compra semanal, cayó de bruces mientras pagaba a Braulio, el tendero, cuando se quiso dar cuenta se vió en una cama de hospital lleno de cables y tubos que lo mantenían en vida, fué una suerte para Mario que aquel infarto interrumpiera el camino a una muerte segura en soledad y rodeado de botellas de alcohol y cajetillas de tabaco.
.- Has tenido mucha suerte Mario. Dijo el cardiólogo mientras leía su historial con detenimiento.- Un minuto más y no lo habrías contado, mucha suerte, si señor, tendrás que hacer unos cambios en tu vida Mario, de lo contrario no durarás mucho, te lo aseguro.
.- Bueno, suerte suerte… para la vida que me ha quedado casi prefiero no vivirla. Contestó Mario con un hilo de voz, quizá pretendiendo que el cardiólogo no lo escuchara pero lo escuchó.
.- Tendrás que hacer muchos cambios en tu vida Mario y el primero será acudir al psicólogo, mejor, primero al psiquiatra, necesitarás antidepresivos, no me gusta tu actitud, ¿Estás de acuerdo Mario?
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MI CUADERNO
.- Si, dijo Mario. - Haré lo que me pidas, sin problema, tengo todo el tiempo del mundo, además, ya tengo un psicólogo, es cierto que hace tiempo que no lo visito, recuerdo que el día que murió Elena, pretendíamos ir a visitarlo, los dos, Elena y yo, no pudo ser, fue demasiado tarde, debí llevarla antes, fue un error, debí llevarla antes.
.- A eso me refiero Mario, estás cargando con una culpa que no te corresponde, pide cita con tu psicólogo y ve a verle.
.- Lo haré. Dijo Mario con desgana.
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Mario recordó que en alguna una ocasión Elena y él hablaron de cómo les gustaría que fuera su entierro, Mario tenía las ideas muy claras en ese aspecto, no le preocupaba lo más mínimo lo que hiciesen con su cuerpo cuando éste careciera de vida, para Mario tan solo era un sacadinero y un trámite familiar y burocrático.
.- A mí como si me tiran al río, jajajaja. Lo recuerda como si fuera ayer, sin embargo el trágico día en que Elena perdió la vida, no recordó nada de aquella conversación, ahora empiezan a encajar todas las piezas del puzle en la cabeza de Mario, no podía creer que no se hubiese dado cuenta antes. Elena sí tenía una petición para cuando llegara la hora de su muerte, recuerda incluso que se lo hizo prometer y este accedió a su deseo, Elena deseaba ser enterrada en el jardín, amaba esa casa y ese jardín donde fue tan feliz durante un tiempo, pasó mucho tiempo después de esa conversación y no precisamente felices, la pérdida del bebé fue un golpe muy duro para ambos pero sobre todo para Elena que se refugió en el alcohol durante años hasta el dia de su muerte, de ahí que no recordara
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MI CUADERNO
lo acordado, fue todo muy rápido e inesperado, sin tiempo a pensar ni a recordar, tan solo llorar lágrimas de alcohol.
Echó un vistazo en el portátil para informarse del tiempo en los próximos días, ya tenía un plan en su mente y lo haría cuanto antes. Segun el informe meteorológico, el temporal duraría unos días más, en menos de una semana dejará de nevar, habría que esperar a que los caminos estén despejados que llevarían dos o tres días más con ayuda de la maquinaria del ayuntamiento, en diez días podría poner su plan en marcha, hasta entonces debía esperar y seguir conviviendo con Elena y su enfado.
Entró en su carpeta donde solo había un solo documento y empezó a teclear.
Elena, en cuanto me sea posible cumpliré tu deseo, en estos momentos me es imposible por la nevada pero te prometo que lo haré en cuanto pueda, perdona por no haberme dado cuenta antes. Te quiero.
Mario se abrigó y salió a por leña, estaba anocheciendo y prefería hacerlo ahora que no cuando la oscuridad se adueñe del paisaje. Mirla salió con él y brincó por la nieve como si aún fuera una cachorrilla, apenas nevaba y el frío se hacía más soportable. Agarró dos gruesos leños para no tener que hacer más viajes de los necesarios pero se dio cuenta de que eran muy pesados, tuvo que dejar uno a mitad de camino, sus brazos ya no eran tan fuertes como antaño. Después de acomodar la leña junto a la chimenea, hizo una reflexión con lo sucedido, algo que lo preocupó.
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.- Soy mayor, ya no soy un chaval, mis fuerzas son muy limitadas y quizá no consiga mi plan, al menos yo solo. Pensó Mario mientras reponía las fuerzas gastadas en el esfuerzo realizado con los troncos. Se sirvió una copa de whisky y comenzó a planificar los pasos a seguir, buscó papel y lápiz y fue apuntando todo lo que necesitaba y anotando los pasos a seguir desde mañana, había cosas que hacer antes de que la nieve permitiese ejecutar su plan, para entonces tendría que tener todo listo en casa.
Una vez preparada la lista de las cosas que necesitaría, hizo una pausa saboreando la copa de whisky y dejó rienda suelta a sus recuerdos, cerró los ojos y se dejó llevar. Una vez creía haber dado con el motivo de venganza de Elena y poder creer resolverlo, su percepción de su espíritu cambió por completo, se dió cuenta de que lo único que hace Elena con su presencia es pedir ayuda, reclamar lo que en vida se pactó, recordó aquella noche de verano donde charlaron del tema a la luz de la luna, es cierto que la conversación se inició en clave de humor, como cualquier pareja joven y sana haría con esos temas que se ven tan lejanos e improbables, era una época entrañable, con planes de futuro y prosperidad, no faltaba trabajo y eran felices, cada noche se dejaban llevar por la lujuria y el desenfreno, el mundo estaba a sus pies y nada ni nadie podría pararlos.
Un ruido en la puerta le sacó de sus pensamientos, tardó unos segundo en reaccionar y se levantó con sobresalto.
.- ¡Mirla! Corrió hacia la puerta y abrió, allí estaba la galga esperando a punto de desesperar.
.- ¡Mirla! ¡Pasa, pasa! Que despiste el mío, ahora te pongo de comer y entrarás en calor.
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Ya anocheció y Mario se dispuso a cenar, como de costumbre preparó la mesa con un plato y los cubiertos correspondientes, un vaso y un tetrabrick de vino, preparó una ensalada y cocinó una tortilla de atún, encendió el televisor y se sentó a cenar. Entre tanto abrió el portátil y leyó unas líneas que no recordaba haber escrito, ocurría con frecuencia y siempre tenía la misma reacción, un cosquilleo le recorría desde la punta de los dedos de las manos hasta la nuca, el bello de los brazos se electrificaban y la piel se estremecía.
Espero que hagas lo correcto Mario, tengo frío, y añoro estar junto a tí, necesito tu calor, me abandonaste cuando más te necesitaba, no me dejes, tengo frío y estoy cansada de ser un alma en pena, no me dejes, tengo frío, mucho frío. Te quiero.
Un repentino alivio, le inundó de arriba a abajo, por fín Elena se mostraba tal como era realmente, no en lo que se convirtió en los últimos años, Mario se estremeció y de sus ojos brotaron lágrimas con un sinfín de sentimientos sin identificar, predominaba el sentimiento de culpa, no haber sabido actuar o no haberlo hecho en su momento, soledad, echaba de menos sus caricias, odio, un odio al mundo, como si el mundo tuviese la culpa de todo, satisfacción y paz por creer haber encontrado la solución. Esto último fue lo que le impulsó a reforzar su plan y subirle la moral, se sirvió un vaso de vino y lo levantó dirigiéndose hacia la pantalla del portátil a modo de brindis.
.- “Va por tí, Elena” Bebió de un trago el vino entre lágrimas y tecleó unas líneas.
Yo también te quiero Elena, perdóname, no supe cuidarte, te echo de menos.
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MI CUADERNO
Pensó que no era suficiente, sabía que debía demostrarlo, las palabras se las lleva el viento y los hechos son los que determinan a la persona.
Cansado del día, Mario recogió los poco manchado de la cena, se sirvió un whisky y se apotronó en el sillón.
.- ¿Qué día es hoy? se preguntó Mario en voz baja. Tenía por norma hablar en voz alta todo lo que se decía en pensamientos, era una manera de no sentirse solo, una buena herramienta para la soledad, de esta manera no se olvidaría de hablar y ejercita sus cuerdas vocales, que de no hacerlo terminarían olvidando su trabajo.
.- Diría que es sábado, sábado veintitrés, tendré que asegurarme, mañana, si estoy en lo cierto, es nochebuena. Mañana miraré en el taller, buscaré unos adornos navideños para la puerta, a Elena le gustaba adornar toda la casa de guirnaldas, bolitas… Pondré alguna cosa, que se sienta en casa.
Intentó leer un rato pero su cabeza no paraba de dar vueltas en los preparativos de su plan.
.- Nada, imposible leer más de un párrafo seguido. Se dijo indignado.
A media noche, unos ruidos procedentes del baño, despertaron a Mario. Al principio no le dió importancia, quizá el aire o el ruido no viniese del baño, el aire mueve muchas ramas y esa noche era de perros, el viento frío de la montaña azotaba con fuerza los muros de la casa. Aún así permaneció alerta.
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MI CUADRENO
Pasó más de una hora y Mario daba vueltas en la cabeza, finalmente se dirigió al baño para cerciorarse de que todo estaba en orden, de lo contrario, no sería capaz de conciliar el sueño. Se acercó con sigilo a la puerta del baño, casi de puntillas y manteniendo un suave ritmo de respiración, solo se escuchaba los latidos de su corazón. Agarró el pomo de la puerta y lo giró con delicadeza, abrió una pequeña ranura e intentó ver el interior sin necesidad de abrir la puerta al completo, todo estaba oscuro, tan solo entraba la luz pobre de la luna a través de la ventana. Sus ojos se fueron acomodando a la oscuridad y empezó a distinguir el inmueble, al no ver nada extraño, se confió y abrió la puerta y dio unos pasos a su interior, dió un repaso visual y no encontró nada fuera de lo normal. Cerró la ventana que estaba entreabierta y orinó. Pensó que ya que estaba en pié, lo mejor sería revisar la casa, esto le daría tranquilidad para volver a conciliar el sueño. Caminó hacia el punto más lejano de la casa, la cocina, encendiendo las luces a su paso, se cruzó con Mirla que dormía en su camastro pegada a la chimenea, esta lo miró y siguió durmiendo, entró en la cocina y se sirvió una copa de whisky, esto le ayudaría a conciliar el sueño, revisó visualmente la estancia, no había nada fuera de lo común, el salón estaba tranquilo, la que sería la habitación del bebé seguía como siempre, esperando la llegada del que no vendría jamás, terminó la copa y se dirigió al dormitorio sin haber observado nada que pudiera quitarle el sueño.
Cuando entró en el dormitorio, su cuerpo quedó helado, paralizado, sentada sobre la cama estaba Elena, con el mismo camisón que llevaba el día de su muerte, de rodillas dándole la espalda, sabía que era ella aunque le costó creerlo.
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MI CUADERNO
.- ¿Elena? ¿Eres tú, Elena? ¿A qué has venido? Mario preguntaba sin dejar responder, sus piernas estaban paralizadas y era incapaz de dar un paso.
.- Si Mario, soy yo. ¿Esperabas a alguien acaso?
.- No cariño, pero tampoco a tí. Dijo Mario intentando no crear ningún tipo de conflicto. Sabía por lo escrito en el portátil que Elena hoy estaba de buenas y no quería estropearlo.
.- Tengo frío Mario, te necesito, no te haré daño, solo quiero tu calor por esta noche ¿Me lo darás?
.- Claro Elena, siempre puedes contar conmigo, podrás quedarte para siempre si es tu deseo. Nadie te sacará de esta casa, te lo prometo, en cuanto lleve a cabo mi plan, nadie podrá sacarte de mi lado.
.- Ese era y es mi deseo Mario. ¿Puedes venir? No te quedes ahí parado como si hubieses visto un fantasma.
Mario no podía creer lo que estaba viendo y escuchando, empezó a relajarse al sentir que Elena no tenía intención de hacer ningún mal, poco a poco sus bloqueo fue desapareciendo en tanto asimilaba la situación.
.- Creo que iré a servirme un whisky Elena, necesito un trago, espero que no te importe…
.- Haz lo que quiera Mario, yo deje de beber hace mucho tiempo y te aseguro que es lo mejor que he podido hacer, te lo recomiendo, beber no te hace ningún bien.
.- Te haré caso Elena pero ahora necesito un trago, de veras, espero que lo entiendas.
.- No te preocupes Mario, vé a por ese trago y no tardes por favor.
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MI CUADERNO
.- Dios santo Elena, estás preciosa, no te cambiaría por nada del mundo. Dijo Mario en voz alta mientras Elena se insinuaba de manera sensual iniciando un desnudo integral.
.- Siempre seré tuya Mario, siempre lo he sido y siempre lo seré. ¿Por qué no vienes a la cama?
.- Prefiero mirar, no quiero estropear el espectáculo, déjame disfrutar primero y después, si llega el caso, haré lo que pueda. Notaba palpitar su entrepierna bajo el pijama pero no conseguía una erección satisfactoria, a su edad y sin la ayuda de algún fármaco le sería difícil llegar al éxito, sin embargo a Elena se la veía joven y fresca, incluso más joven que cuando la perdió, estaba realmente bellisima.
.- ¿Te gusta lo que ves Mario?
Mario se excitaba cada vez más pero no conseguía la erección esperada con lo que se conformaba con mirar y disfrutar de las vistas.
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MI CUADERNO
.- ¿Qué tal si vienes a la cama y nos abrazamos como solíamos hacer Mario? Te echo tanto de menos…
.- Si, me parece buena idea, ahora mismo estoy contigo.
Mario se sirvió otra copa pensando que el alcohol lo ayudaría, la bebió con los nervios de un adolescente en su primera cita, se quitó las zapatillas y se tumbó junto a Elena. Los dos se fundieron en un largo abrazo, Mario notó en su pecho la dureza de los senos de Elena, erectos como rocas, la besó el cuello y ella jadeaba como una adolescente. Ambos se dejaron llevar por la lujuria y el desenfreno, las suaves caricias surgían efecto en Mario que por momentos cobraba la energía de un joven veinteañero. Este agarró con firmeza las nalgas de Elena y ensamblando sus cuerpos llegaron al clímax en una compenetración perfecta. Quedaron exhaustos, sin fuerzas para hablar, no hacía falta, sus manos lo decían todo, a los pocos minutos, Mario quedó dormido de agotamiento.
Clik - Clik - Clik Clik Clik . Clik- Clik
Entraban los primeros rayos de luz por la ventana del dormitorio y Mario amaneció solo en la cama, palpó con la mano las sábanas vacías, abrió lo que pudo los ojos y le pareció ver a Elena alejarse de la estancia, volvió a cerrar los ojos intentando averiguar si lo de anoche fue realidad o uno de sus tantos sueños con Elena. Quiso pensar que fué una realidad y se quedaría con la sensación de estar en paz con ella, de nada serviría averiguar que todo fué un sueño, se quedó con los buenos recuerdos de una noche inolvidable.
Aunque cansado, Mario se levantó con energía, con ganas de vivir, echó un vistazo por la habitación y si, la botella de whisky y
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MI CUADERNO
el vaso permanecían donde anoche lo dejó, empezaba a
desvanecerse la idea de que todo fue un sueño, agarró la botella por el cuello y tomó un trago, empezaba a ser habitual que empezara el día tomando alcohol como desayuno antes del café, acto seguido abrió la ventana del dormitorio y del baño, quitó las sábanas de la cama y las llevó a la lavadora, abrió la ventana del salón y se dió una ducha, se sentía fuerte y vigoroso y se propuso darle una vuelta a la casa, no volvería a caer en el abandono. La aventura de anoche le hizo reforzar su plan para con Elena, ahora estaba seguro de que funcionaría y conseguiría que Elena permaneciera a su lado para siempre. Quería más de lo de anoche.
La mañana se le pasó rápido, entre tarea y tarea se daba un descanso de diez minutos para tomar una copa, estar entretenido durante la mañana evitó que vinieran pensamientos negativos a su cabeza, todo lo contrario, se sentía bien y las expectativas que se creó Mario eran muy ilusionantes, casi llegó a la euforia, lo frenó la cantidad de alcohol ingerido. Cuando se acercaba la hora de comer, Mario había terminado las tareas de la casa, satisfecho por el trabajo realizado se sentó en la mesa del salón y miró tras la ventana el paisaje, llevaba sin nevar desde ayer, todavía era pronto pero notó como todo se ponía a su favor. Se encendió un cigarro y se sirvió otra copa de whisky. Abrió el portátil y revisó el documento de texto. De nuevo un mensaje supuestamente de Elena.
FIN del capítulo
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Poesía para el Alma
Juani Álamo
LA RAMONA
La Ramona va danzando,
con paso torcido y aire arrogante,
apurando la última gota
del botijo siempre abundante.
Luce cabellos blancos
bajo un turbante goyesco;
las arrugas de su rostro son un mapa
de amores perdidos y silencios dormidos.
¡Ahí va la Ramona!,
con mejillas pintadas,
y pupilas brillantes.
Un corpiño apretado le rebosa como fuente,
mensajera de alegría y superstición
como si ambas fueran su profesión.
Va en busca de galanes
que compartan su desgana,
compañeros de vino
y anécdotas de filigrana.
¡Ahí va la Ramona!,
con sus pies descalzos
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POESÍA PARA EL ALMA
y collares en los tobillos,
bailando como un alma libre,
como un corazón que quiere amar.
La gente la esquiva como a la lepra;
ella se acerca y se presenta,
con la gracia de sus brazos,
y el vaivén de sus caderas.
Susurrando secretos, retando al juicio,
dulce locura que aún late con vida.
¡Ahí va la Ramona!,
despertando sonrisas con sus maneras.
Juani Álamo
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Tartar de melón y Jamón
4 Rodajas de Melón (el que más os guste)
1 Paquete de Jamón
2 Pepinos
1 Cebolla Morada
1 Ramita de Menta
1 Puñado Pistachos
1 Cucharadita Mostaza Antigua (la de bolitas)
Pimienta Negra
Sal
Aceite AOVE.
Vinagreta de Pistacho
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GASTRONOMÍA
En un bol agregamos el aceite, la sal al gusto, una pizca de pimienta y una cucharadita de mostaza. Removemos, hasta que emulsione. Picamos finamente los pistachos y la menta. Añadimos a la mezcla anterior. Reservamos.
Tartar de Melón
Cortamos el melón en daditos pequeños, el pepino lo pelamos y hacemos lo mismo y para terminar lo mismo con la cebolla.
Mezclamos y añadimos 1 ó 2 cucharaditas de la vinagreta de pistacho.
Ponemos un círculo de metal, rellenamos, quitamos y decoramos con una lámina de jamón.
Si lo tomáis fresquito mejor!!
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Brazo Gitano Casero
Ingredientes para el bizcocho:
4 huevos
130 g de azúcar
130 g de harina tamizada
2 cucharadas de cacao en polvo (opcional para dar sabor a chocolate)
1 pizca de sal
Ingredientes para la crema de chocolate:
½ litro de leche
4 yemas de huevo
100 g de azúcar glasé
2 cucharadas de cacao en polvo
1 ramita de canela (opcional)
1 cucharada de maicena (para espesar)
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EL RINCÓN DEL GOLOSO
Preparación
Crema de chocolate
Calienta la leche con el cacao en polvo y la ramita de canela a fuego lento.
Bate las yemas con el azúcar glasé y la maicena hasta integrar bien. Cuando la leche esté a punto de hervir, retirarla del fuego, quitar la canela y añadir la mezcla de yemas. Cocina a fuego medio removiendo constantemente hasta que espese. Reserva y deja enfriar.
Bizcocho
Precalienta el horno a 220°C. Separa las claras de las yemas.
Bate las claras a punto de nieve con 2 cucharadas de azúcar glasé hasta formar un merengue firme.
Bate las yemas con el resto del azúcar hasta que estén pálidas y espesas.
Mezcla suavemente el merengue con las yemas y luego incorpora la harina tamizada con movimientos envolventes. Vierte la mezcla en un molde forrado con papel antiadherente (aprox. 25 x 30 cm).
Hornea durante 5 minutos o hasta que la superficie esté dorada.
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EL RINCÓN DEL GOLOSO
Saca el bizcocho y déjalo enfriar sobre una rejilla, cubriéndolo con papel antiadherente. Desmolda sobre un paño de cocina, retira el papel y enrolla el bizcocho junto con el paño para que tome forma.
Montaje
Desenrolla el bizcocho y extiende la crema de chocolate dejando un margen de 2 cm en los bordes.
Enrolla nuevamente con cuidado. Espolvorea con azúcar glasé por encima para decorar. Este postre es ideal para 4-6 personas y resulta un bizcocho fino, esponjoso y con un relleno cremoso de chocolate que puedes personalizar a tu gusto.
Si prefieres una versión con nata montada y chocolate fundido para la crema, también puedes montar nata fría y mezclarla con chocolate negro fundido y un poco de azúcar glas, luego rellenar y cubrir el brazo gitano con esta mezcla para un sabor más suave y cremoso.
¡Disfruta de este clásico postre casero!
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ACTUALIDAD
No hay nada más tramposo que una adicción. Te hace creer que la eliges, cuando en realidad es ella la que te tiene atado por los huevos. O por los ovarios. Porque la mente de un adicto no funciona mal. Funciona exactamente como se espera: con una lógica distorsionada que le permite sobrevivir un día más sin enfrentarse de verdad al problema.
La trampa está en que esa lógica, dentro de su cabeza, tiene todo el sentido del mundo. Es su normalidad. Y claro, desde fuera se ve como un “pero si sabe que le hace daño, ¿por qué sigue?”. La respuesta es corta: porque dejarlo duele más que seguir.
Al menos al principio.
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ACTUALIDAD
El falso alivio
Imagina que llegas a casa después de un día infernal. Discusión con tu jefe, atasco monumental, tu pareja está de morros y encima te llega un aviso del banco porque estás en números rojos. ¿Qué haces? Pues si eres adicto, buscas la vía rápida: te sirves una copa, te enciendes un porro, te metes en Tinder como un poseso o te vas de cabeza al congelador por esa tarrina de helado industrial de triple chocolate.
En ese momento, sientes alivio. Efímero, pero alivio. Tu cuerpo se relaja, tu cabeza se distrae. Y ese es el primer gran error que tu cerebro aprende: que esa conducta te “salva”. Que cuando estás mal, siempre puedes volver a ella. Ahí empieza la programación.
Porque la mente de un adicto no se engancha solo a la sustancia o al comportamiento. Se engancha al alivio que le proporciona. No busca emborracharse, busca dejar de sentirse una mierda. No juega compulsivamente por diversión, sino por evasión.
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ACTUALIDAD
No se empotra a medio Tinder por vicio (bueno, a veces sí), sino por necesidad de sentirse deseado. Porque solo así se calma ese runrún constante de “no valgo, no sirvo, no puedo”.
Excusas y autoengaños
El adicto es un maestro del argumento cutre pero efectivo. “Hoy ha sido un día duro, me merezco una copa”. “Solo es un porro para relajarme, no estoy haciendo daño a nadie”. “Total, ya he recaído, pues me meto del todo y empiezo a cuidarme el lunes”. Son frases que suenan razonables si no las analizas demasiado. Son como esos amigos que siempre llegan tarde pero con buenas excusas.
La movida es que el adicto no solo las dice. Se las cree. Se las repite hasta que no quedan grietas por las que se cuele la duda.
Y ojo, que aquí entra en juego otro clásico: la comparación tranquilizadora. “Bueno, al menos no estoy como aquel que perdió el trabajo y vive en la calle”. Como si el hecho de no estar tocando fondo validase seguir cavando.
Pensamiento de todo o nada
Otro patrón típico es la mentalidad binaria.
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ACTUALIDAD
“O lo hago perfecto o soy un desastre”. “Si he recaído, todo está perdido” “Si no puedo parar ya del todo, entonces no vale la pena intentarlo”.
Este pensamiento es gasolina para la adicción. Porque convierte cualquier tropiezo en una caída libre. Hace que una cervecita lleve a otra, y luego a diez. Que una visita a la casa de apuestas acabe en una noche entera tirando dinero. Porque “ya que he fallado, fallo del todo”. Como si la única alternativa al 100 % fuera el cero absoluto.
Lo irónico es que esa forma de pensar parece exigente, como si tuviera estándares muy altos. Pero en realidad es una trampa para justificar la rendición. Si no puedo hacerlo perfecto, ni lo intento. Más cómodo, más fácil, menos dolor. Y así, vuelta al bucle.
El premio envenenado
Otro elemento clave: la gratificación inmediata. Esa droga, ese chute, ese click, esa compra impulsiva. Lo que sea. Todo lo que dé un subidón rápido es terreno fértil para una adicción.
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ACTUALIDAD
Porque el cerebro adicto odia esperar. Lo quiere todo ya. Aunque después venga la culpa, el vacío y el caos.
Piénsalo. La mayoría de las decisiones que tomamos bajo los efectos de la adicción son una apuesta por el placer instantáneo a costa del bienestar futuro. ¿Dormir bien o seguir viendo vídeos hasta las 4 de la mañana? ¿Ahorrar o gastar en otra compra absurda online? ¿Soportar la ansiedad o apagarla a base de humo o alcohol?
La parte de nuestro cerebro que debería anticipar consecuencias a largo plazo está apagada o directamente ha dimitido. Solo importa el ahora. El alivio inmediato. El resto, que espere.
Refuerzo a base de mierda
Aquí viene lo curioso: muchas conductas adictivas no son placenteras. Ni siquiera agradables. Pero siguen repitiéndose. ¿Por qué? Porque el cerebro ya no busca placer. Busca evitar el dolor de no tenerlo. El fumador no fuma porque le encanta. Fuma porque si no lo hace, se pone nervioso, irritable, con mono. El que bebe cada noche no lo hace por gusto, sino porque si no lo hace, no duerme. El que se masturba
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compulsivamente no lo hace porque esté cachondo 24/7, sino porque es su forma de anestesiar la ansiedad, el aburrimiento o la soledad.
Es como estar huyendo todo el rato de una trituradora que te sigue los pasos. No corres porque te apasione correr. Corres para no ser devorado.
¿Por qué no lo dejan?
Esta es la pregunta del millón. Y la respuesta molesta es: porque dejarlo no es solo dejarlo. Es dejar también la identidad que han construido en torno al consumo. Es renunciar a la manera en la que gestionan emociones, relaciones y conflictos. Es quedarse sin su escudo. Y eso da pánico.
Además, muchas veces no tienen un plan B. Les quitas la droga, el alcohol, el porno, el juego... ¿y qué les queda? ¿Insomnio? ¿Ansiedad? ¿Una vida que les aburre o les aterra? Normal que vuelvan a lo de antes. Porque lo de antes, por malo que fuera, al menos era conocido.
Y esto sin contar con el entorno. Porque muchas veces su círculo más cercano está tan podrido como su adicción. Amigos que son cómplices. Familias que refuerzan sin querer. Parejas que alternan entre salvarles y machacarles. O sea, lo justo para mantener la rueda girando.
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ACTUALIDAD
La trampa del “yo no tengo un problema”
Otra joyita del cerebro adicto es su habilidad para negar lo evidente. “Yo controlo”. “No es para tanto”. “Podría parar si quisiera, pero ahora no me apetece”.
Es como si hubiera un abogado interno cuya única función es defender lo indefendible. Y lo hace de lujo. Con argumentos retorcidos, datos sacados de contexto y comparaciones absurdas. Todo con tal de evitar el veredicto final: “tienes un problema”. Porque admitirlo implica abrir la puerta al cambio. Y el cambio implica esfuerzo, incomodidad, dolor, incertidumbre. Y el adicto odia todo eso.
¿Qué hacer, entonces?
Pues aquí va lo impopular: no hay milagros. No hay atajos. Lo primero es aceptar que no hay motivación mágica que te saque del pozo. Hay que empezar a actuar antes de que te apetezca. Porque si esperas a tener ganas, te vas a quedar ahí toda la vida. Lo segundo: crear un entorno que te lo ponga más fácil. Borrar números de teléfono de personas que fomenten tu consumo, cambiar rutinas, evitar ciertos sitios. Cortar por lo sano. Porque confiar en tu fuerza de voluntad, cuando llevas años fallándote, es como poner a un zorro a cuidar las gallinas.
Y lo tercero: aprender a estar incómodo sin salir corriendo. Porque dejar una adicción duele. Y mucho. Hay insomnio, ansiedad, aburrimiento, vacío. Pero todo eso no te mata. Pasará. Y cuando pase, habrás recuperado algo que la adicción te quitó: tu capacidad de elegir.
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ACTUALIDAD
Conclusiones
La mente de un adicto no es débil. Es adaptativa. Se ha moldeado para sobrevivir en un entorno hostil. Ha aprendido a defenderse como ha podido. Pero esas defensas, que un día fueron útiles, hoy le están destruyendo.
No se trata de culpar. Se trata de entender. Pero también de responsabilizarse. Porque si bien la adicción no fue del todo una elección, salir de ella sí lo es. Y nadie va a hacerlo por ti.
Así que si estás ahí, en el limbo, jugando a medias a dejarlo mientras mantienes el número de tu camello o tu ex que te daba farlopa gratis… párate. Mírate. Pregúntate: ¿hasta cuándo?
Porque cada día que sigues ahí no es un castigo. Es una decisión. Y también lo sería salir.
Fuentes;
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CELEBRACIONES
22 de Julio
Día Mundial del
Cerebro
“Salud cerebral para todas las edades” es el lema del Día Mundial del Cerebro 2025 impulsado por la World Federation of Neurology (WFN) con el objetivo de remarcar la importancia de la salud cerebral y concientizar a la población de la importancia de la prevención en relación con las enfermedades cerebrales, que son problemas de salud enormemente subestimados. El Día Mundial del Cerebro 2025 se estructura en torno a cinco mensajes para la acción:
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CELEBRACIONES
Conciencia. El objetivo es elevar la conversación global sobre la salud cerebral combatiendo el estigma y promoviendo el reconocimiento temprano de los trastornos neurológicos.
Educación. Empoderar a los profesionales de la salud, cuidadores y al público con los últimos conocimientos científicos y capacitación práctica es vital para avanzar en las iniciativas de salud cerebral.
Prevención. Nuestra estrategia enfatiza medidas basadas en la evidencia, como la nutrición de la primera infancia, la vacunación, el control de la hipertensión y las modificaciones del estilo de vida para reducir los factores de riesgo.
Acceso a la atención y gestión de la discapacidad. Es imperativo garantizar que la atención neurológica de alta calidad, los servicios de rehabilitación y las tecnologías de asistencia sean accesibles y asequibles, especialmente en los países de bajos y medianos ingresos.
Enfermedades cerebrales
Algunas enfermedades que afectan al cerebro son:
Tumores cerebrales. Pueden ejercer presión sobre los nervios y afectar la función cerebral
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CELEBRACIONES
Enfermedades neurodegenerativas. Pueden afectar muchas de las actividades del cuerpo, como el equilibrio, el movimiento, el habla, la respiración y la función del corazón. Los tipos incluyen la enfermedad de Alzheimer y el Parkinson.
Trastornos cerebrales genéticos. Son causados por cambios en los genes (también llamados variantes o mutaciones). Estos trastornos pueden afectar el desarrollo y la función del cerebro
Accidentes cerebrovasculares. Pueden provocar la pérdida de células cerebrales y afectar la capacidad para pensar con claridad
Lesiones cerebrales traumáticas. Pueden afectar la función cerebral. Pueden variar de leves a graves. Los efectos de una lesión cerebral traumática pueden ser temporales o permanentes.
¿Qué es la salud cerebral?
La salud cerebral significa mantener las mentes afiladas,
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CELEBRACIONES
resilientes y activas. Influye en cómo pensamos, aprendemos, recordamos y manejamos el estrés. Un cerebro sano es esencial para el bienestar, las relaciones sólidas y la independencia en cada etapa de la vida.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud cerebral “como el estado del funcionamiento cerebral a través de los dominios cognitivo, sensorial, emocional y motor, lo que permite a las personas alcanzar su máximo potencial a lo largo de la vida, independientemente de la presencia o ausencia de trastornos”. Por ende, optimizar la salud cerebral implica abordar factores físicos, ambientales y sociales, que no solo mejoran el bienestar mental y físico, sino que también fomentan el crecimiento social y económico.
Salud cerebral en todas las edades
Preconcepción. La salud y los hábitos de los padres antes de la concepción dan forma al futuro desarrollo cerebral de un bebé. Una buena nutrición, chequeos regulares y opciones de estilo de vida equilibrado sientan una base sólida.
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CELEBRACIONES
Embarazo. El bienestar físico y emocional de una madre es vital para el crecimiento saludable del cerebro en el útero. La atención prenatal, la nutrición adecuada y el manejo del estrés ayudan a proteger tanto a la madre como al niño.
Infancia. Los primeros años son clave para el aprendizaje, el crecimiento emocional y el desarrollo social. Los entornos seguros, las inmunizaciones y la crianza positiva forman una base sólida para la salud cerebral de por vida.
Edad adulta. Un estilo de vida equilibrado (alimentación saludable, ejercicio y control del estrés) mantiene el cerebro alerta y reduce el riesgo de muchas afecciones neurológicas.
Edad adulta tardía. Los chequeos regulares, la detección temprana de afecciones como la demencia y mantenerse socialmente comprometido ayudan a preservar la independencia y la calidad de vida en años posteriores.
Prevención cerebral
Priorizar la salud cerebral desde antes del nacimiento hasta la vejez permite prevenir o retrasar muchos problemas neurológicos. La OMS destaca dos enfoques clave:
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CELEBRIDADES
Prevención primaria. Deteniendo los problemas antes de que comiencen. Esto incluye una buena nutrición, inmunizaciones, reducción de factores de riesgo (como fumar) y proporcionar una educación clara sobre la salud en cada etapa de la vida.
Prevención secundaria. Detección temprana y tratamiento rápido. Los exámenes regulares, los chequeos y la atención médica oportuna capturan los problemas en sus primeras etapas, mejorando los resultados y reduciendo el riesgo de daño a largo plazo.
Fuentes
Lic. María Fernanda Cristoforetti, Editora de Lugones Editorial
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En el Madrid de los 80 convergieron el arte, el deseo y los excesos. La semilla de libertad y diversión había germinado en España por fin, tras los eternos y grises 40 años de dictadura franquista. Fue el tiempo del libertinaje sexual más desenfrenado, la generalización de algunas drogas, el alcohol de garrafa, los besos apasionados y los 'garitos' oscuros. Fue el tiempo de La Movida madrileña, el fenómeno cultural y transgresor que marcó a toda esa generación que perseguía con urgencia la libertad de la juventud.
No solo destacó la innovación y la expresión de pensamientos y emociones. La creatividad era complementada por los músicos con las juergas y la diversión, quienes aseguraban conseguir la
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LA SECCIÓN DE JUANI
inspiración a través del consumo de alcohol y drogas. Esta entrega desmesurada a los excesos fue pronto percibida en la década siguiente.
Franco acababa prácticamente de morir y la Constitución de firmarse. El Golpe de Estado fallido, o la entrada de nuestro país en la OTAN fueron algunos hitos políticos de una época que no se entiende sin el aire de protesta de una juventud que, tras 40 años de lucha, saboreaba la libertad por la que sus padres tanto habían peleado. La etapa que hasta la fecha ha sido seguramente la de mayor esplendor artístico en la España más actual tuvo (como todo lo bueno) una cara B que, como siempre, golpeó con más fuerza a los de siempre.
Desinformación y falta de oportunidades fueron los ejes fundamentales.
El caballo o la heroína se cobraron miles y miles de vidas, especialmente en los barrios obreros. Jóvenes que tenían toda una vida por delante y a los que, más que las drogas en sí, fue el sistema el que los empujó al precipicio. “No todo el mundo moría de sobredosis, muchísima gente fallecía en la cárcel, otra tanta de las enfermedades derivadas del consumo, muchas personas se suicidaron (…) Y todo era en su mayoría consecuencia de la falta
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de oportunidades y de recursos”, deja claro Alma Martínez, secretaria de Madres Unidas contra la Droga, estableciendo un símil entre esa generación y la nuestra, en la que acceder a una vivienda o tener un trabajo digno se convierte en poco menos que una quimera, así mismo se manifiesta “nosotras queríamos que la gente entendiera que nuestros hijos no eran unos hijos de puta, sino que estaban enfermos”.
No es hasta bien entrados los 2000 cuando los jóvenes empiezan a poder jugar la baza de la información. Ahora en las casas, las aulas y grupos se habla de drogas, de salud sexual o mental, pero antes no era así. La secretaria de la asociación refleja esto con una anécdota que pone negro sobre blanco respecto a esto: “Una madre fue a una comisaría y el policía le dijo que habían detenido a su hijo porque le habían encontrado con una china, a lo que esta responde que en su casa no son racistas (…)”. “La desinformación fue el eje fundamental. Había un desconocimiento enorme de lo que era la droga y de lo que les estaba ocurriendo. Las familias no empiezan a ser conscientes de que pasa algo hasta que ven a sus hijos, hermanos… con un deterioro importante, empiezan a desaparecer cosas en casa o los detienen…”. Resulta difícil cifrar cuánta gente murió a causa del consumo, directo o indirecto de sustancias porque en aquel entonces no había ningún plan, ni estadísticas certeras que lo recogieran.
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En el Madrid de los 80 convergieron el arte, el deseo y los excesos. La semilla de libertad y diversión había germinado en España por fin, tras los eternos y grises 40 años de dictadura franquista. Fue el tiempo del libertinaje sexual más desenfrenado, la generalización de algunas drogas, el alcohol de garrafa, los besos apasionados y los 'garitos' oscuros. Fue el tiempo de La Movida madrileña, el fenómeno cultural y transgresor que marcó a toda esa generación que perseguía con urgencia la libertad de la juventud.
Las defunciones no han sido un hecho aislado en el movimiento contracultural. La muerte ha estado presente desde su inicio en los componentes de la nueva ola madrileña. Enfermedades como la de Ignacio Casca, líder de Derribos Arias, Manolo Iglesias y Julián Infante, de Tequila, Eduardo Haro Ibars, poeta de la movida, Antonio Vega o Carlos Berlanga; accidentes de tráfico como los de José Enrique Cano, Eduardo Benavente o Tino Casal; e incluso homicidios como el de Miguel González, de Desechables; han sido las causas protagonistas de la partida de grandes integrantes de la movida. Pero también las drogas se han cobrado muchas vidas, la primera víctima que se cobró la heroína fue Santiago Ulises Montero, saxofonista de Sindicato Malone y Gabinete Caligari, en 1988. Por su parte, el «caballo» se llevó la vida de Toti Árbores, batería en grupos como Los Pegamoides o Parálisis Permanente, en 1992.
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Una muerte en especial marcó la vida y la memoria de muchas personas de la época: la de Enrique Urquijo, cantante de Los Secretos, a los 38 años. El 17 de noviembre de 1999 Enrique Urquijo fue encontrado muerto por sobredosis en un portal de la calle Espíritu Santo, en el barrio de Malasaña, lugar que daba vida a la Movida Madrileña. Todos los años los fans del cantante acuden al portal el día en que murió y recuerdan su pérdida. «Lo mío no se puede llamar drogadicción, solo abuso de cuando en cuando» apuntaba el cantante de Los Secretos.
La pandilla de Los Pegamoides dividía el movimiento contracultural desde una perspectiva estética: “Estamos los que nos teñimos el pelo y los que nunca lo harían”. Esta clasificación atañía a una manifestación de dos modos de ser opuestos: los teñidos serían por tanto los más atrevidos, dispuestos a experimentar en sexo y drogas; por el contrario, los que tenían un estilo formal representarían a esos que “parece que no han roto un plato en su vida”. Pero, como el dicho, se trata simplemente de supersticiones. Algunos integrantes de bandas de pop, que vestían con corbata y camisa, también estaban insumidos en el mundo de la drogadicción.
Los consumidores de drogas alcanzan su auge a partir del año 1973. Las farmacias suministraban legalmente “anfetas” de marcas como Bustaid, Dexedrina, Centramina, Maxibamato, Minilip, Estil-2
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o Preludim Compositum. En ese mismo año, en los momentos finales de la dictadura franquista, se introduce en el Código Penal el artículo 344, que lucha contra el consumo y el tráfico de drogas.
Hasta ese momento existían en España los llamados carnet de “extradosis”, con los que algunas personas que consumían opiáceos podían adquirir dosis legales de morfina en la farmacia. Es en esta década cuando empieza el tráfico de heroína en el mercado negro. Se crea entonces en el país una red clandestina de tráfico de drogas, como es el caso de los pescadores en los puertos de Galicia, que ante la extrema situación de pobreza se vieron en la obligación de establecer contacto con cárteles de cocaína de Colombia y México.
Con la llegada del PSOE al poder, se realizó una reforma del Código Penal en 1983, que estableció una clasificación con respecto a las drogas que causan mayores perjuicios para la salud: las llamadas drogas “duras” (heroína y cocaína) y las drogas “blandas” (cannabis). En 1985 se aprobó el “Plan Nacional contra la Droga”, debido al impulso que sufrió el consumo de drogas ilegales en el país en los años 80.
Numerosos críticos de la época condenaron (y siguen haciéndolo) el desmesurado consumo de drogas de aquellos años. Los artistas se escudaban en que necesitaban una fuente de inspiración,
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LA SECCIÓN DE JUANI
que sin duda era proporcionada en muchas ocasiones por las drogas.
El consumo de drogas marcó la década de los ochenta. La drogadicción trajo consigo la aparición de enfermedades infecciosas como el VIH, la tuberculosis o la extensión de la hepatitis, enfermedades que fueron muy frecuentes entre los usuarios de heroína callejera. Los consumidores de “caballo” experimentaban constantemente episodios de venta de sus propias posesiones para poder adquirir drogas. A finales de la década fue catastrófico el número de muertes en las calles de las ciudades. Los años en que hubo más muertes fue en la franja de entre el 89 y el 92. Gran parte de las generaciones de los 60 y 70 acabaron falleciendo en las cárceles, calles y hospitales. El trágico desenlace de estas prácticas se dio en la época de los 90, que luchó incansablemente contra las drogas, años en los que se produjo la consolidación del complejo terapéutico-represivo.
https://www.elplural.com/sociedad/radiografia-droga-madrid-movida-perdio-generacion_338955102
https://lalunademadridblog.wordpress.com/2016/04/21/la-parte-negra-de-la-movida/
Juani Álamo
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Personajes de Adicción
La cara oculta de la Droga
Anthony Hopkins
“Deja ir a la gente que no está lista para amarte”
Anthony Hopkins, ha hecho historia al convertirse en el actor de más edad en conseguir un Oscar con 83 años. En su caso, su segunda estatuilla, pues ya tenía una por su papel en El Silencio de los Corderos. En el año de la pandemia del coronavirus el actor galés ha logrado volver a la carrera de los Oscar gracias a su trabajo en The Father, un drama intimista donde interpreta a un padre con demencia. Pero es que, además, sus vídeos durante el confinamiento le han convertido en uno de los reyes de las redes sociales.
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PERSONAJES DE ADICCIÓN
Una guinda más a una carrera plagada de triunfos en la que también ha afrontado la adicción al alcohol, una relación ahora inexistente con su hija o la depresión. Por cierto, que el representante de Hopkins ha desvelado qué estaba haciendo el intérprete en un momento tan importante de su carrera para aclarar que ni siquiera siguió la ceremonia por televisión.
"Tony estaba en Gales, donde creció, y estaba dormido a las cuatro de la mañana cuando le desperté para darle la noticia. Estaba muy feliz y se sentía muy agradecido", ha desvelado Jeremy Barber en declaraciones a People.
Hopkins nació en la Nochevieja de 1937 en Margam, un suburbio de la ciudad galesa de Port Talbot. Hijo único de un panadero, de niño no destacó en los estudios ni en los deportes, por lo que sus padres terminaron enviándolo a un internado, tratando así de disciplinarlo.
"Aprendía mal, lo que me dejaba expuesto al ridículo y me provocó un complejo de inferioridad. Crecí absolutamente convencido de que era estúpido", contó a The New York Times
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sobre su infancia, que describió como "inútil y completamente confusa".
Un encuentro casual con Richard Burton, compatriota galés que creció cerca de Port Talbot, inspiró a Hopkins, que quiso imitar a la estrella de Hollywood. "Quería ser famoso. Quería ser rico. Quería tener éxito, compensar lo que pensaba que era un pasado vacío. Y me convertí en todas esas cosas", afirmó el actor en otra entrevista con el mismo medio.
Pronto consiguió todo lo que se proponía, pero mientras ascendía sin freno profesionalmente, su vida personal empezó a colapsar. En 1972, y tras seis años de matrimonio, dejó a su primera mujer, la actriz Petronella Barker (78), y a su hija de apenas 14 meses. La relación con Abigail Hopkins (52), actriz y cantante, se recuperó brevemente en la década de los 90, pero hace años que no tienen ningún contacto. En 2018 Hopkins dijo a Radio Times que ni siquiera sabía si tenía nietos. "No tengo ni idea. La gente rompe. Las familias se separan y sabes, la vida sigue. La gente toma decisiones. No me importa", aseguró.
Volviendo a la década de los 70, Hopkins sufría una grave
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PERSONAJES DE ADICCIÓN
adicción al alcohol. Hasta que un día se despertó en un hotel de Arizona sin saber cómo había llegado allí desde Los Ángeles (hay más de 800 kilómetros entre ambas ciudades). "Pensé, tengo que parar esto porque voy a matar a alguien o a mí mismo. Mi vida, a partir de ese momento, adquirió un nuevo significado", aseguró el actor, que el 29 de diciembre de 1975 dejó de beber. De hecho, acaba de publicar un vídeo en sus redes sociales donde celebra que lleva 45 años sobrio.
Poco antes, Hopkins conoció a su segunda esposa, Jennifer Lynton (73), secretaria de Pinewood Studios a quien encargaron recoger al actor del aeropuerto de Heathrow. El motivo: la noche anterior se había emborrachado tanto que había perdido el vuelo, según recoge Daily Mail . En 1973, esto es, un año después del divorcio de Hopkins, la pareja se casó. El matrimonio duró 29 años, pero no precisamente por la fidelidad de Hopkins.
En esas casi tres décadas el actor vivió distintos romances, trascendiendo sus aventuras con la modelo Joyce Ingalls y con la guionista Francine Kay. De hecho, en los últimos años de su relación Hopkins y Lynton llegaron a un acuerdo por el cual
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PERSONAJES DE ADICCIÓN
cada uno permanecería donde mejor se encontrara: él en Los Ángeles actuando y ella, en Londres dedicada a sus obras benéficas.
En lo profesional, El silencio de los corderos granjeó a Hopkins la fama que tanto había deseado, además de su primer Oscar, y esta buena racha continuó con aclamados filmes como Lo que queda del día o Nixon, por las que recibió su segunda y tercera nominación, respectivamente, a los premios de la Academia de Cine. Desde entonces el actor no ha dejado de trabajar, coqueteando incluso con las franquicias de Thor y Transformers o la serie Westworld. Pero fue su tercera esposa la que, en sus palabras, le salvó de un nuevo declive.
El 1 de marzo de 2003, otra vez, menos de un año después de su divorcio, Hopkins se casó con Stella Arroyave (65), 18 años más joven que él. El actor había comenzado la relación con su futura esposa año y medio antes en la tienda de antigüedades que ella regentaba en Los Ángeles. "Me conoció cuando tuve un bajón emocional. Yo no sabía que lo tenía. De hecho, pensaba que era feliz. Pero estaba luchando contra una
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incipiente depresión. No confiaba en nadie, y menos en las mujeres", afirmó el actor. "Es muy positiva. He aprendido de ella a tomarme la vida de la forma que venga", añadió sobre Stella, de origen colombiano.
Arroyave también ha animado a Hopkins a cultivar su interés por la pintura y algunos de sus coloridos cuadros de enormes ojos se venden ahora por 80.000 dólares según W Magazine. También es ella quien capta muchos de los momentos virales del actor, que se ha convertido en una estrella de las redes sociales. Entre sus momentos más virales se incluyen sus rutinas durante el confinamiento, especialmente cuando toca el piano junto a su gato Niblo.
Hopkins también ha apoyado a Stella en el mundo del cine. Poco después de conocerse ella interpretó un papel secundario en la película de 2003 La mancha humana junto al actor. En Slipstream, de 2007, ambos encarnan al matrimonio protagonista. Y ahora Stella debuta en la dirección con la película Elyse, en la que Hopkins trabaja a sus órdenes.
Fuentes FÁTIMA ELIDRISSI
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